El Océano Pacífico baña toda la costa de El Salvador, y no solo ofrece vistas espectaculares y uno de los mejores sitios para practicar surf, sino también una gran variedad de mariscos.
La multitud de volcanes que se encuentran tierra adentro, algunos aún en actividad, aportan terrenos fértiles para los abundantes cultivos del país, como los de maíz (elote o choclo), amaranto, ajonjolí (sésamo), frijoles rojos, chiles (ají, pimientos picantes), calabaza (tecomate), yuca y frutas tropicales (tamarindo, zapote negro, piña), además del café, que es el mayor cultivo de exportación del país. La cultura culinaria actual conmemora las recetas tradicionales que se han ido pasando de generación en generación. Aquí presentamos cinco recetas típicas.
Pupusas con curtido
El maíz es uno de los ingredientes básicos de esta región. La harina que se obtiene al molerlo se usa para espesar guisos, preparar el atole, una bebida cremosa y caliente, o hacer la masa para los tamales. Sin lugar a dudas, su uso más habitual en El Salvador es para preparar las pupusas, una especie pastelillo relleno a base de maíz. Por lo general, se rellena con puré de frijoles, loroco (el brote de una flor local), chicharrones (frituras de piel de cerdo) o simplemente con queso. El delicioso exterior crujiente de las pupusas y su textura fundida por dentro se consigue usando un comal, una sartén de hierro fundido que se puede encontrar en cualquier cocina salvadoreña.
El complemento perfecto para las pupusas es el curtido, una conserva de repollo ácida y ligera. El curtido se hace con repollo, zanahoria y cebolla cortados en juliana o tiras finas, y un aderezo de vinagre y sal; es un plato casero que suele prepararse en grandes cantidades y que también se utiliza para servir sobre la yuca frita o los pasteles (empanaditas fritas).
Bistec encebollado salvadoreño
A diferencia de los productos locales que se encuentran en abundancia y a buen precio, la carne se reserva para celebraciones y grandes reuniones familiares. Los cortes menos tiernos se ablandan en guisos de cocción lenta con hortalizas de raíz o golpeando la carne con un mazo y adobándola como se describe en nuestra receta de Bistec Encebollado. Este plato típico se prepara a base de carne cortada en dados y rodajas de cebolla marinados en mostaza y salsa Worcestershire. Luego se cocinan en una sartén caliente hasta que los bistecs queden bien dorados y las cebollas tiernas y crujientes.
Agua fresca de piña
Con tantos frutos locales en El Salvador, no es de extrañar que formen parte fundamental de la alimentación diaria. Los cocineros de la casa los utilizan para hacer ensaladas de fruta y, claro está, para preparar gran variedad de refrescos. Una bebida muy común, el fresco, se prepara a base de fruta licuada con agua y azúcar. Nuestro Fresco de Piña, es una receta típica a base de puré de piña fresca con agua y azúcar en la que se filtra la pulpa y se sirve con hielo.
Quesadilla salvadoreña
El café es una bebida importante para los salvadoreños. Por las mañanas desayunan con una taza de café, a menudo acompañado de una rebanada de la famosa quesadilla salvadoreña.
Se llama así por el queso salado que se mezcla con la crema agria, leche y harina para preparar la masa, que luego se salpica con semillas de ajonjolí por encima, y se hornea hasta que quede dorada. Es una perfecta combinación cremosa entre salada y dulce que resulta en un delicioso manjar.
Dada la abundancia de sus recursos naturales, la gastronomía salvadoreña es un tesoro centroamericano. Las recetas modificadas que presentamos para poder usar ingredientes disponibles en los Estados Unidos son una muestra de esta cultura culinaria que ha deleitado y sustentado a tantas generaciones.